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miércoles, 7 de marzo de 2018

Omega 3 + embarazo + lactancia

Un estudio llevado a cabo por investigadores estadounidenses y canadienses afirma que los ácidos omega-3 durante el embarazo incrementan las habilidades motoras y cognitivas del bebé adulto.


El consumo de ácidos grasos omega-3 durante la gestación y la lactancia es fundamental para el desarrollo neurológico y el crecimiento del recién nacido.

Los omega-3 reducen hasta 2,6 veces el riesgo de hipertensión asociada al embarazo, mejoran las funciones posturales, motoras y sociales de los bebés prematuros y tienen un efecto positivo en el desarrollo mental del recién nacido de bajo peso.

Se sabe que, por el contrario, la deficiencia de ácidos grasos esenciales condiciona una alta mortalidad perinatal y puede provocar serias alteraciones del crecimiento, cambios en el comportamiento y en el aprendizaje y disminución de la agudeza visual. En algunos estudios se han relacionado las bajas concentraciones de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga con una gestación más corta y menores perímetros cefálicos en recién nacidos.

Los ácidos grasos desempeñan funciones muy importantes en la gestación, lactación y la infancia, ya que son constituyentes de los fosfolípidos de las membranas celulares y forman parte de las estructuras neurales. 
Las necesidades de estos ácidos grasos se incrementan durante estos periodos puesto que son fases de crecimiento y desarrollo del tejido celular.


En consecuencia, las necesidades de ácidos grasos esenciales de la mujer embarazada y del feto, así como de los niños lactantes, son muy elevadas.
Especialmente durante el tercer trimestre de gestación donde los requerimientos fetales son muy altos debido al crecimiento del tejido nervioso y al desarrollo y diferenciación de las neuronas. 
Hay estructuras especializadas del tejido nervioso que contienen muchos ácidos grasos omega-3, como por ejemplo la retina cuya células contienen un 60% de DHA, un ácido graso omega-3 de cadena muy larga, que se forman principalmente en el tercer trimestre del embarazo y también durante el primer año de vida.


COMO OBTENERLO
Los ácidos grasos omega-3 se encuentran en ciertos tipos de pescados, nueces y aceites vegetales.
Salmón, arenque, sardinas o trucha de agua dulce son pescados ricos en ácidos grasos omega-3, que proporcionan la cantidad de DHA que la embarazada necesita. 
También se pueden obtener los ácidos grasos omega-3 del atún blanco o albacora.


Los ácidos grasos omega-3 también se encuentran en los aceites vegetales como los de soja y oliva. Los aceites de pescado, las nueces y la linaza también son ricos en ácidos grasos. Se pueden comprar ciertos alimentos como el jugo de naranja, leche y huevos con DHA añadido.

Si no ingiere suficientes cantidades de omega-3 de los alimentos, otra opción es tomar una multivitamina o un suplemento con al menos 200 mg de DHA. 
Al igual que con todos los suplementos, hable con su profesional médico antes para cerciorarse de que sea una buena opción para usted.


Información facilitada por la revista SALÚdable


La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.


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